Érase una vez...
‘Ensayo/error’, Sótano 1 Espacio, 2019
Texto curatorial
Las tradiciones familiares son promotoras de relaciones de poder, dependencia y control intergeneracional en los protagonistas más vulnerables: la mujer y el niño. En este caso, la instalación “Érase una vez” evidencia la estructura socio-patriarcal en la familia a través de la fotografía doméstica. Para ello, indago en mis propios archivos familiares para diagnosticar que las ficciones, fetichismos y ocultamientos de este grupo que se disfrazan y perpetúan mediante los rituales festivos, siendo estas celebraciones un espacio de configuración en que la familia demuestra apariencias de ocasión. Es así que resuelvo en dilatar, destruir y fragmentar el archivo hacia una nueva memoria familiar e intervenir en ella.
La pieza fue construida a partir de la digitalización de archivos originales extraídos del propio álbum familiar, una técnica de archivo y coleccionismo que se ha perdido en el tiempo. De esta manera, a partir de la técnica del collage, resuelvo manipular el archivo para recortar y agredir las identidades de los protagonistas en la fotografía. Del mismo modo, la instalación participativa cumple con el ejercicio de ser atravesada, ocasionando que nuevamente el archivo se vuelva editar, ocasionando que la identidad familiar pueda reformularse continuamente.